SANUTRI: enero 2012 - Alimentos Infantiles

martes, 31 de enero de 2012

Cólicos del lactante, ¿cómo aliviarlos?

foto: Tatiana VDB
Uno de los momentos más duros en las primeras semanas del bebé son los llamados cólicos del lactante: el peque llora y llora de forma inconsolable y es complicado saber qué es lo que le hace sufrir. Pero hay una serie de trucos que se pueden poner en marcha. Desde Sanutri, expertos en alimentación infantil desde hace más de 40 años, te los contamos:
  • Mantén la calma. ¿Es el primer consejo? Sin duda, escuchar al peque llorar durante varias horas seguidas puede ser muy cansino y frustrante, pero de nada servirá que te pongas nerviosa, tan solo para transmitírselo al bebé y empeorar la situación. Transmítele calma y relajación.
  • Los cólicos del lactante se deben sobre todo a la cantidad de aire que tragan los bebés al mamar o tomar el biberón, que forman gases en su estómago. Para minimizar esta cantidad, lo ideal es que al terminar la toma coloques al bebé a la altura del hombro y le ayudes a expulsar los gases con palmaditas en la espalda. También puedes interrumpir la toma, ayudarle a eructar, que continúe, y volver a hacerlo al final.
  • Anticípate al problema. Normalmente los cólicos suelen darse todos los días a la misma hora, por lo que puedes aprovechar para salir un ratito antes a dar un paseo con el cochecito. El peque se quedará dormido pasará así el momento más crítico.
  • Crea un ambiente relajante. Muchos bebés agradecen en estos momentos la penumbra. Además, la música  suave y relajante  de fondo también suelen ayudarles.
  • Aplícale masajes abdominales con movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj una o dos veces al día. También puedes coger sus piernecitas y hacer que las mueva como si estuviese pedaleando en una bici.
Pero repetimos: lo más importante es tu actitud y calma. Acompáñalo en todo momento, ofrécele tu afecto y tu tranquilidad. Cada bebé es un mundo: ve probando todas las técnicas hasta que descubras a qué responde mejor (¿la música? ¿los masajes?).
¡Y ten mucha paciencia! Si ves que el peque tiene otros síntomas (llora más de dos horas seguidas, tiene fiebre, diarrea, etc.), ¡consulta con tu pediatra para salir de dudas!

martes, 24 de enero de 2012

Consejos Sanutri para que la lactancia sea un éxito

Foto: ybrad
¿Estás a punto de ser mamá? Si no es tu primer bebé seguro que ya sabes todos los secretos para que la lactancia sea un éxito, pero si eres primeriza es posible que tengas todavía bastantes dudas. 
¡No te preocupes! Desde Sanutri, expertos en alimentación infantil, sabemos cuáles son las claves y las vamos a compartir contigo.

¡Dar el pecho es mucho más fácil de lo que parece! Por eso te ayudamos con algunos consejos importantes: 
  • Un aspecto clave para que la lactancia sea un éxito es empezar cuanto antes, si es posible incluso un rato después de nacer. Enseguida verás que al colocar a tu recién nacido en la posición adecuada (ladeado, barriga con barriga y con la cabeza hacia uno de tus pechos), él ya busca (¡y encuentra!) el pezón solito. El instinto y tu olor y calor lo guiarán hasta él. Si no puedes empezar tan pronto y tienes que esperar un par de días no pasa nada, quizá tengas que ser un poco más paciente, pero tu bebé también acabará por empezar con la lactancia.
  • Seguir el ritmo de tu bebé: ofrécele el pecho a menudo (¡si esperas a que llore es que ya tiene hambre!) para que mame cuando le apetezca. Además así estimularás la producción de leche, ya que cuantas más veces succione el pecho tu bebé y mejor lo vacíe, más leche producirá.
  • Muy importante que no se le ofrezcan al bebé durante los primeros días chupetes o biberones. ¿Por qué? Pues porque aunque su tetina imita de alguna forma el pecho de la madre, la técnica de succión es distinta. El bebé podría aprender esta técnica (utiliza otros músculos) y luego confundirse y aplicarla también al mamar, lo que podría provocarte grietas en el pezón e incluso falta de leche.
  • Lo ideal es que además aprendas a reconocer cuándo el bebé ha empezado y ha terminado de mamar para no interrumpirle antes del final: mientras mama notarás picores en la punta del pezón y notarás que tu bebé está tragando de forma regular. Habrá terminado cuando se queda dormido con tu pezón en la boca.
¿Qué tal? ¿Preparada para iniciar la lactancia? Dar el pecho a tu bebé es una de las cosas más bonitas y emocionantes de ser mamá, pero si por lo que sea finalmente no puedes, es algo perfectamente normal. El bebé crecerá también sano.

jueves, 19 de enero de 2012

Día de la Receta Sanutri: Brochetas de pollo con tomate

foto: Brian Yap
¿Puede una cena ser nutritiva, fácil y rápida de preparar y además divertida para nuestros peques? ¡Claro que sí! Desde Sanutri, especialistas en alimentación infantil desde hace más de 40 años, os presentamos una idea fantástica que une todas estas cualidades: brochetas de pollo con tomate.
Las brochetas son una idea genial que siempre tiene éxito entre los más pequeños de la casa, y además existen muchísimas combinaciones de ingredientes que hacen que sea siempre una opción fácil de hacer y que además queda riquísima. Nuestra propuesta de hoy combina el pollo (¿a qué niño no le gusta?) y el tomate (otro éxito seguro). ¡Manos a la obra!
Ingredientes (8 brochetas):
- 2 pechugas de pollo cortadas en cubos
- 2 tomates grandes cortados en cubos
- Orégano
- Sal
- Una cucharada de aceite de oliva
- Una cucharada de zumo de limón
- 8 pinchos de madera
Elaboración
Antes de nada, si los pinchos que vas a utilizar para la brocheta son de madera, acuérdate de dejarlos en remojo durante al menos media hora para evitar que después se quemen en la parrilla. Mientras tanto, aprovecha para juntar en un recipiente el aceite y el zumo de limón y sumergir los dados de pollo en la mezcla. Déjalos marinar durante unos minutos, ¡cogerán un sabor fantástico!
Una vez realizados estos preparativos, toca montar las brochetas. Aquí puedes hasta pedir ayuda a tus peques e ir pinchando todos juntos el pollo y el tomate en los palitos de madera. Cuando las brochetas estén montadas ya solo queda echarles un poco de orégano y ¡a la sartén! Utiliza una sartén antiadherente y muy poquito aceite, el objetivo es que se hagan a la parrilla. Dales la vuelta cada dos minutos para asegurarte de que se hacen bien.
Cuando el pollo está ya doradito y nos aseguramos de que está bien hecho por dentro, ya no tenemos más que retirar las brochetas del fuego y servir. ¡A cenar!
Consejo Sanutri
Las brochetas son siempre un éxito por lo divertido que es comerlas: no es pollo aburrido de cuchillo y tenedor, ¡hay que ir sacando los trocitos de pollo del pincho! Además, si tus peques te han ayudado con el “montaje” les hará más ilusión ver el resultado final y comérselo. ¿Qué os parece? ¿Soléis llevar a los niños a la cocina?
Receta recomendada a partir de 24 meses

miércoles, 11 de enero de 2012

Qué cenar para tener felices sueños

foto: Raphael Goetter
El correcto descanso de los bebés es un factor determinante para su buen crecimiento. Por eso, que los peques duerman bien es una de las principales preocupaciones que tenemos, ¿verdad?
Como a los adultos, la cena que toman los bebés influye en su descanso. Desde Sanutri, especialistas en alimentación infantil desde hace más de 40 años, queremos contaros qué podemos dar de cenar a los niños para que duerman bien.
A partir de que los peques empiecen a comer de todo, con la evolución gradual necesaria, debemos buscar cenas que cumplan con varios requisitos: que sea ligera, que aporte los nutrientes necesarios, y que se complemente con sus comidas. 
¿En qué consiste una cena ligera? Muy sencillo: consiste en alimentos de fácil digestión, y en las cantidades adecuadas: ni demasiada cantidad que impida el descanso del estómago, ni demasiada escasez, para que a los peques no les entre hambre a media noche. Partiendo de estas bases, podremos distribuir la cena en los habituales primer plato, segundo plato y postre.
El primer plato podrá estar basado en vegetales, cremas de verduras, pasta, arroz o legumbres. En cualquiera de sus formas de cocina, estos alimentos son sanos y nutritivos para los peques, y no dificultarán su digestión para dormir.
Para los segundos platos, algunas buenas ideas son los pescados al vapor o a la plancha, tortillas, pavo, croquetas, salchichas… 
¿Y qué pasa con los fritos y la comida rápida? Puesto que se trata de comidas bastante grasas, no es recomendable incluirlas en las cenas de los niños de una forma habitual. Aun así, sabemos que suelen ser comidas la mar de apetitosas para los peques, ¡de modo que no estará de más darles esa pequeña alegría de vez en cuando! 
En la medida de lo posible, es importante que el menú que vaya a seguir el peque cada noche sea el mismo que el menú del resto de la familia. Con este pequeño detalle, podremos conseguir que poco a poco, los niños se acostumbraren a comer de todo; pero también deberemos tener presente una distribución de los alimentos que no se repitan con demasiada cercanía entre las comidas y las cenas.
Llegamos por fin al postre, para el que lo ideal será ir alternando fruta con lácteos. Para los niños apasionados por el dulce, habrá que reducir los postres grasos y las bollerías, especialmente para antes de ir a dormir.
La leche, por su parte, tiene un protagonismo especial para ayudar a dormir a los niños. Se trata de algo que siempre se nos ha dicho, pero ¿sabemos el motivo? Si la leche ayuda a dormir a los peques, es por su contenido en triptófano, así que el vasito de leche tibia para dormir, ¡sigue siendo una muy buena forma de ayudar a los peques en sus noches!
¿Y cuáles son los alimentos que debemos descartar para las cenas? El chocolate, los espárragos, los embutidos, los quesos, los pimientos, y los alimentos ricos en proteínas son algunos de los ingredientes que pueden dificultar que los niños concilien el sueño, así que deberemos reservarlos para las comidas.
¿Y si los niños comen en el colegio? ¡No os preocupéis! Simplemente tendremos que pedir que nos informen del menú semanal de sus escuelas, ¡y podremos organizar sus dietas teniendo en cuenta todos los factores importantes para su alimentación! Y recordad; se debe dejar tiempo para hacer la digestión antes de ir a la cama: ¡feliz cena, y dulces sueños!